Integridad




Integridad deriva de la palabra de origen latino integrĭtas o integrãtis, que significa totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico.

Integridad deriva del adjetivo integer, que significa intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal. Observando las raíces de este adjetivo, este se compone del vocablo in-, que significa no, y otro término de la misma raíz del verbo tangere, que significa tocar o alcanzar, por lo tanto, la integridad es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño, ya sea físico o moral.
Así, integridad se refiere a la calidad de íntegro y también puede referirse a la condición pura de las vírgenes, sin mancha. La integridad es el estado de lo que está completo o tiene todas sus partes, es la totalidad, la plenitud. Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas o puras.

Tipos de integridad

Con respecto a una persona, la integridad personal puede referirse a un individuo educado, honesto, que tiene control emocional, que tiene respeto por sí mismo, apropiado, que tiene respeto por los demás, responsable, disciplinado, directo, puntual, leal, pulcro y que tiene firmeza en sus acciones, por lo tanto, es atento, correcto e intachable.
La integridad, en este último caso, es un valor y una cualidad de quien tiene entereza moral, rectitud y honradez en la conducta y en el comportamiento. En general, una persona íntegra es alguien en quien se puede confiar.
Como derecho fundamental, la integridad personal o física se relaciona al derecho a no ser objeto de vulneraciones en la persona física, tales como lesiones, torturas, tratos inhumanos, penas crueles, o la muerte. En este sentido, ser íntegro significa tener salud, estar entero, sin daños. Una persona íntegra es también aquella que no se queda en una sola actividad, si no que se mueve por las distintas áreas del conocimiento, posee una amplia gama de aptitudes y capacidades.


La integridad moral se define como la cualidad de una persona que la condiciona y le da autoridad para tomar decisiones sobre su comportamiento y resolver los problemas relacionados con sus acciones por sí misma. Está relacionada con los pensamientos, los comportamientos, las ideas, las creencias y la forma de actuar de cada individuo.
Con respecto a las creencias, la integridad moral es el comportamiento del ser humano para hacer lo que debe hacer de acuerdo a lo que Dios manda. Todas las constituciones democráticas modernas recogen el derecho fundamental a la integridad moral.



Educar para la integridad pública

19 ABR 2019 / 00:00

    En uno de mis artículos anteriores sumé mi alarma a las de muchos otros compatriotas frente a la corrupción, identificándome con el clamor para recuperar las asignaturas de cívica, moral y buenas costumbres en las mallas curriculares. Eso sí, advirtiendo que no cabía caer en una suerte de catecismo laico, verticalmente impuesto, memorizado y repetido.
    Así no funciona.
    Este desafío complejo nos demanda una mirada más holística, que considere construir una cultura de la integridad en la sociedad en su conjunto, que debe comenzar con la misión, visión, valores y prácticas del sistema educativo.
    La nueva cultura se iría construyendo día a día, mediante conocimientos, habilidades y comportamientos, constituyéndose en formas de ser, espacio que en el futuro podría mantener la integridad pública esencial y prevenir la corrupción.
    Después de todo, de esto se trata la educación... ¿Sí o no?
    Para que estos cambios se den, se recomienda a nivel internacional (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos - OECD) abordajes participativos que involucren los organismos legislativos, ministerios pertinentes, organizaciones no gubernamentales, gremios de maestros, medios y los propios padres de familia.
    La implementación de una educación con fuertes componentes en el desarrollo de la integridad pública es sistémica y sistemática. Considera así, distintas adecuaciones curriculares, con aplicación a varias formas de educación (regular, en horarios especiales, a distancia, radiofónica, digital, etc., etc.).
    Incluye la clara definición de los objetivos de aprendizaje, la capacitación/entrenamiento de todos los docentes y directores, articulada con su propia reflexión sobre integridad en las prácticas docentes.
    Finalmente, implica también investigaciones rigurosas sobre las evidencias en el impacto de estas enseñanzas, desde lo micro a lo macro.
    ¡Tareas complejas que nuestro país debe asumir!



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