ÉTICA
La ética como constante humana La especie humana está conformada por individuos que, por ser seres sociales, han vivido y actuado siempre en grupo. Desde los inicios de la humanidad, las actividades fundamentales como la búsqueda de alimentos para sobrevivir, la construcción de refugios para guarecerse o la invención de artefactos e instrumentos, requirió la cooperación inteligente y el esfuerzo compartido de los individuos. Esa actividad grupal cada vez más compleja generó la necesidad de organizarse socialmente para garantizar la participación más productiva en aras del objetivo de la sobrevivencia. Y la organización social condujo necesariamente a establecer mecanismos de control y de sanción dirigidos a regular el comportamiento colectivo. Todo grupo social posee normas (lat. nomos) que regulan la conducta de sus integrantes y mantienen las formas de conducta dentro de ciertos límites. El mero hecho de vivir en comunidad supone que los seres humanos comparten esquemas